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No todo es como imaginaba de pequeña; la vida no es de color de rosa, ni existen los príncipes azules. Tampoco los rojos, los amarillos, los rosas, los morados, ni los multicolores siquiera. Pero yo no quiero un principe, y mucho menos uno como los pitufos. ¿ Por qué ? Porque esto no es un cuento, y yo no soy una princesa. A las 12:00 no ocurre nada, y si pierdes un zapato, no va a ir el " principe " casa por casa hasta dar contigo para después pedirte matrimonio. Yo, soy una de las muchas chicas que culpan a Disney de sus altas expectativas en cuanto a los hombres. Con esto no digo que el chico perfecto no exista. Cada una encontrará al suyo sin buscarlo. Yo al mío lo he encontrado, y por supuesto que no lo voy a dejar escapar. " Siento no poder ser ese príncipe que tanto te mereces " me dice. ¡ Que no quiero un príncipe ! ¡ Que no existen ! Te quiero a ti, y punto. Porque eres el que me saca una sonrisa día a día, eres el que hace todo, repito ; TODO, para no verme mal. El que, cuando caigo, me ayuda a levantar. Y no hay más, no quiero imitaciones baratas de príncipes encantadores.