Me gustas más rota que cuando te arreglas.

Me gustas más rota que cuando te arreglas.

jueves, 24 de noviembre de 2016

Perdonen si molesto pero es todo cuanto sé hacer.

  Admites que tienes un problema cuando las lágrimas brotan solas. Cuando sin motivo ni permiso empiezan a corretear por tu mejilla. Cuando ya no tienes ganas de nada. Cuando te das cuenta de que, si por ti fuese, te meterías en la cama y no volverías a salir. Cuando ya no te apetece salir, ni entrar, ni ir ni venir. Cuando un 90% de tus sonrisas son por compromiso.
  Admites que tienes un problema cuando tu cabeza ya no consigue estar en ningún sitio en concreto, tu mente divaga constantemente por un sin fin de pensamientos con o sin sentido. Cuando tu concentración ha disminuido tanto que no te deja ni mantener una conversación.
  Admites que tienes un problema cuando ya no quieres hablar con nadie. Nada ni nadie te llena. Cualquier tipo de conversación te parece absurda. Todo te enfada, hasta una mirada.
  Admites que tienes un problema cuando tus nervios han conseguido hacerte enfermar.


Yo no. Yo no voy a admitir que tengo un "problema".

viernes, 5 de febrero de 2016

Momentos de tranquilidad.

     Últimamente sueño mucho contigo. Supongo que esos sueños son el reflejo de mi necesidad por verte, por volverte a abrazar, volver a escucharte y saber que estás bien. Supongo que esos sueños son el reflejo de mi necesidad por decirte desesperadamente que te quiero, que te necesito, que te echo de menos. Supongo que esos sueños son el reflejo de mi necesidad de volver a estar contigo.
    En casi todos los sueños pasa lo mismo. En todos te abrazo, en todos te digo que te quiero, en todos me repites mil veces que estás bien, en todos lloro, en todos me dices que me quieres mientras yo desconsolada te digo que te necesito, que no puedo sin ti. Y tú siempre me sonríes, me devuelves el abrazo aún con más intensidad y me dices que todo irá bien. Y en ese momento yo estoy tranquila, porque estoy contigo. Aunque después cuando me despierto vuelvo a la realidad llorando sola como siempre, sin ti. Pero esos escasos minutos me sirven para coger fuerzas de nuevo, para tranquilizarme, aunque sé que sólo son eso, sueños, pero estoy tranquila. Esos minutos me sirven para volver a sonreír, por ti, gracias a ti.
    Soy consciente de que esos abrazos, esos "todo irá bien", esos "estoy bien", esos "te echo de menos", esos "te quiero", no voy a volver a tenerlos hasta que duerma (si es que lo consigo) la noche siguiente. Y el resto de las horas que pasan mientras yo estoy despierta tú no estás, y sé que no lo vas a volver a hacer. Y vuelvo a llorar y vuelvo a sentirme sola. Pero de nuevo vienen a mi mente esas imágenes que he tenido la noche anterior, y sonrío, me seco las lágrimas, me levanto y sigo con mi vida, pensando que puedo con todo.

 Pagaría por que esos momentos se repitiesen despierta, todos los días de mi vida.

martes, 2 de febrero de 2016

Y si te dicen que no puedes, ignóralos, eres más fuerte que todos esos mierdas.

   Llega un momento en el que todo te sobrepasa, ya todo te pesa y todo te desmotiva.
A veces, hay que sacar esas fuerzas que ni tu yo más interior sabe que tienes, para poder tirar con todo. Esas fuerzas que cuando tú dices "a la mierda, no puedo más", ellas dicen "échame más, que no me hundo". Esas fuerzas sólo salen en el peor de los momentos, cuando casi tocas el suelo con la frente. Y esas fuerzas en mí, por desgracia, han tenido que hacerse notar ahora. Cuando siento que no puedo con todo, que todo pesa, que todo pasa, que no puedo permitirme ni un fallo pero no dejo de cometerlos ante los ojos de los demás, cuando siento que todo se desmorona en mi interior y todos siguen con sus vidas cómodas (cabe recalcar que sus vidas tan cómodas dependen de mí y de mis esfuerzos), cuando no tengo tiempo para mí ni para mis pensamientos, cuando siento que mi única responsabilidad es complacer a todo el mundo (porque si no lo hago hay consecuencias), que tengo que hacer todo exactamente como los demás quieren, aunque eso suponga demasiados esfuerzos para mí, ellas salen y dicen algo como "¿que no está bien limpio? Espera, que limpio más", "¿que tengo que hacer que el día tenga una hora más para que me de tiempo a todo? Pues voy a hacer que tenga tres, así voy con calma", "¿Qué quieres Marian, explotar y liarla? No, aguanta, sobrepasa, demuestra y cállales la boca a todos." y un largo etc. que hace que siga adelante a pesar de todo.
La verdad es que no tengo muy claro de dónde salen esas fuerzas, pero tengo la extraña sensación de que algún día se terminarán... ¿Y entonces qué? ¿Qué va a pasar? No lo sé, y sinceramente no me gustaría averiguarlo... Pero intuyo que lo sabré dentro de muy poquito. De momento, esas fuerzas están aguantando idas y venidas constantes, están demostrándole a la gente que puedo con lo que me echen, que no me rindo, que soy más fuerte que nadie. Y me alegra que esas fuerzas estén ahí. Aunque pronto las echaré de menos. Y las cosas cambiarán. Y quizás no para bien.