Me gustas más rota que cuando te arreglas.

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lunes, 9 de septiembre de 2013

YO SOY CALLE.

Ahora todos los niñatos van del palo "yo soy calle", creyendo que por llevar unas Air Max, fumarse un par de porros y beber litronas en la calle son los más kies del barrio, y las niñas piensan que por llevar leggins, sudaderas y otras Air Max, son las más malas, mientras a ellos sus padres les pagan todo, todos creen ser de calle. Detrás de eso hay más cosas, cosas, que nadie entiende si no lo vive desde dentro. Ser de calle es otro rollo, otra movida. La calle, el barrio, el parque, los chavales, las risas, la amistad, la confianza, el estar juntos pase lo que pase, el mayor protege al grande y al grande lo protegen todos, el "qué pasa tío" con un apretón de manos seguido de una sonrisa... Las broncas en casa y en la calle, las peleas entre colegas, los yonkis del barrio intentando rajarte por un triste porro, el saber llevarse, el trato con la gente, la sinceridad, la humildad, el buscarte la vida sin tener que pedirle nada a nadie, el no tener dinero pero no necesitarlo, saber ser feliz lo que uno tiene. Nadie habla mal de nadie, nadie dice nada, lo que pasa en el parque, se queda en el parque. Nadie sabe lo que es ser de calle. Ser de calle es algo que en realidad, no puedes explicar, tienes que vivirlo, tienes que sentirlo. Tampoco es algo agradable, nosotros somos felices, con nuestros más y nuestros menos, pero en realidad, todo es más difícil de lo que parece. Los niñatos de ahora piensan que por ir un poco de chungos se les va a respetar, pero el respeto no se gana así, el respeto se gana con actos, tanto buenos como malos. Me ponen nerviosa los que ahora quieren ser los más chulos solo por aparentar, porque se piensa que así nadie va a decirles nada, que así son mejores que los demás. Cuando eres de calle, terminas sin darte cuenta, lo que otros ven como "pandilleros" o "macarras", tú lo ves como la cosa más normal del mundo. Te has dado cuenta de que al final tu cuerpo, en cuanto sales de casa, va directo al parque, sin planearlo. Te has dado cuenta, de que tus amigos no son tus amigos, son tus hermanos, de que harías cualquier cosa por ellos, y sabes que ellos por ti también, te vas dando cuenta poco a poco, de que eso es lo que quieres, una familia con la que poder estar sin pensar en los problemas, que estén para animarte y para defenderte, no solo para pedirte dinero o decirte que tienen un puto móvil nuevo, que dentro de poco, aunque ella no lo sabe, un chico o una chica de calle les va a robar porque necesita dinero para comer. Que no es oro todo lo que reluce, que no todo parece tan bonito, que tú ves a alguien de calle riendo, pero se ríe porque va borracho, no porque sea feliz. Nosotros sólo somos felices cuando estamos juntos, y a veces ni eso, porque siempre está el típico payaso de turno que cree ser mejor que tú, y crea conflictos entre todos. Ser de calle no es lo que crees, ni siquiera se le parece, créeme. Sé lo que estás pensando, y no, no es así.
He intentado explicar un poco lo que es ser de calle, porque estoy cansada de que me vengan de listos intentando decirme algo que creen que no se, y, ¿sabes qué? Me comen el coño todos.
                                     SER DE CALLE ES OTRA MOVIDA CHICO