Me gustas más rota que cuando te arreglas.

Me gustas más rota que cuando te arreglas.

martes, 6 de noviembre de 2018

Día 1460.

Qué duro todo, ¿no?
   Hace unos meses alguien me dijo que yo no había superado tu pérdida aún y no he dejado de darle vueltas a eso. Siempre he estado muy convencida de que sí, pero lo más seguro es que sea que no.
   El otro día tuve una pesadilla y en esa pesadilla pedí ayuda. Te pedí ayuda a ti. Pero tú no venías a salvarme. No venías porque ya no estás. A veces no soy consciente de eso. Aún cuando voy por la calle y veo algo que te gustaría me quedo al borde de comprarlo para regalártelo, pero no puedo. Ya no.
   Aún lloro. Aún me cuesta. Intento normalizar todo pero no puedo. Por mucho que sepa que ya no, una parte de mí sigue pensando que aún sí.
   Me vienen muchos recuerdos a la cabeza que me animan y me hunden a partes iguales, y ya no sé qué hacer. No termino de asimilar que ya nunca.
   Sigo cono ese chico. El otro día le dije a papá que seguro que le querrías mucho si estuvieses y le conocieses, y según terminé la frase sentí una puñalada en el corazón.
   No sé qué más hacer. Necesito ayuda con todo pero tu ayuda no la tengo. No puedo tener tus consejos ya y no sabes cuánto los necesito.
   La gente me sigue mirando con pena y yo sigo intentando hacer como si nada. Pero ya no sé qué más hacer.
   Intento asumir las cosas y buscarme la vida, pero nunca vas a dejar de hacerme falta.

Te eché de menos, te echo de menos y te seguiré echando de menos hasta que me muera.

                                            Te quiero mamá.