Vente para acá que quiero amarte.

Y es que todo lo veo junto a él. Si miro hacia el pasado, lo veo con él, si miro hacia mi presente, de una forma u otra es a su lado, y si pienso en mi futuro me veo junto a él, eternamente.
Ha pasado mucho tiempo y con él muchísimos problemas, pero después de todo seguimos juntos, ayudándonos, apoyándonos, sacándonos sonrisas, escuchándonos, mimándonos, cuidándonos, después de todo, seguimos amándonos como nadie.
No es fácil estar en esta situación, pero después de todo, quiero que sepas que sigues siendo la persona más importante en mi vida, lo único que me hace despertarme con una sonrisa y acostarme imaginando cosas a tu lado, te diría que eres mi vida, pero vales muchísimo más que todo este desastre. Que sepas que aunque haya pasado el tiempo no te he olvidado, ni voy a hacerlo, pase lo que pase. Porque eres mi chico, eres el que me complementa, el que sabe todo sobre mí, el que con un simple "hola" ya sabe si estoy bien o mal, y con cualquier cosa sabe exactamente lo que quiero decir sin esfuerzo alguno. Quiero que sepas, que aunque haya pasado el tiempo y no estemos juntos como pareja de echo, seguimos prometidos, y ese amor eterno que nos juramos en su día, o ese "para siempre", van a estar siempre presentes, porque para eso se hacen juramentos, para cumplirlos ante todo. Quiero que sepas que aunque haya pasado el tiempo, te sigo dejando el hueco en la cama, sigues siendo mi primer pensamiento antes de dormirme y nada más levantarme, que puedo querer a muchos otros, pero con ninguno sentiré lo que he sentido contigo.
    Nos conocimos cuando yo tenía 14 años, y ahora que tengo 17, me he dado cuenta de muchas cosas. He madurado a tu lado, he perdido muchos miedos gracias a ti, me he ido comportando por ti, me has salvado de muchos líos, de muchas rayadas, locuras y paranoias, y todo eso estando a 400 jodidos km de mierda. Pero la distancia me da igual, te juro que por ti lo dejo todo, sea lo que sea, no me importa, tú eres el único que me importa, el único por el que me preocupo. Porque te amo más de lo que te he amado nunca, porque te necesito. Me has enseñado que no necesitamos estar cerca para amarnos, ni para sentirnos, me has echo ver la vida de una manera muy distinta a la que yo consideraba 'realidad'. Me has echo ver, que después de todo, la espera merece la pena, y que el dicho de 'lo bueno se hace esperar' es totalmente cierto. Y por ti estoy dispuesta a esperar lo que sea necesario. Para ser felices, solos tú y yo.

Después de todo, puedo decir totalmente consciente de mis palabras, que mi felicidad tiene nombre y apellidos : ÁLVARO GARCÍA FERNÁNDEZ.

En blanco, quizás.

     Ya no siento nada.
 Tengo miles de emociones conjuntas pero a la vez contradictorias, es como un ejercicio de matemáticas en el que ciertos signos, o ciertas cosas se anulan entre ellas, pues con mis sentimientos pasa igual. Mi balanza de alegrías y tristezas está totalmente equilibrada, así que, entre unas cosas y otras, estoy totalmente anulada en cuanto a sentimientos se refiere. Y la verdad es que es algo bastante frustrante, porque te muestras completamente impasible ante cualquier situación. No sé qué es lo que  me pasa, pero es que no me preocupa, me da exactamente igual... Y tampoco quiero hacer nada por cambiarlo. ¿Para qué? ¿Para alegrarme durante unas horas, y luego deprimirme por cualquier bobada? No, gracias. Algún día, quizás esto cambie, o quizás no, pero si de algo estoy segura, es que si estoy así es por algo.
 

YO SOY CALLE.

Ahora todos los niñatos van del palo "yo soy calle", creyendo que por llevar unas Air Max, fumarse un par de porros y beber litronas en la calle son los más kies del barrio, y las niñas piensan que por llevar leggins, sudaderas y otras Air Max, son las más malas, mientras a ellos sus padres les pagan todo, todos creen ser de calle. Detrás de eso hay más cosas, cosas, que nadie entiende si no lo vive desde dentro. Ser de calle es otro rollo, otra movida. La calle, el barrio, el parque, los chavales, las risas, la amistad, la confianza, el estar juntos pase lo que pase, el mayor protege al grande y al grande lo protegen todos, el "qué pasa tío" con un apretón de manos seguido de una sonrisa... Las broncas en casa y en la calle, las peleas entre colegas, los yonkis del barrio intentando rajarte por un triste porro, el saber llevarse, el trato con la gente, la sinceridad, la humildad, el buscarte la vida sin tener que pedirle nada a nadie, el no tener dinero pero no necesitarlo, saber ser feliz lo que uno tiene. Nadie habla mal de nadie, nadie dice nada, lo que pasa en el parque, se queda en el parque. Nadie sabe lo que es ser de calle. Ser de calle es algo que en realidad, no puedes explicar, tienes que vivirlo, tienes que sentirlo. Tampoco es algo agradable, nosotros somos felices, con nuestros más y nuestros menos, pero en realidad, todo es más difícil de lo que parece. Los niñatos de ahora piensan que por ir un poco de chungos se les va a respetar, pero el respeto no se gana así, el respeto se gana con actos, tanto buenos como malos. Me ponen nerviosa los que ahora quieren ser los más chulos solo por aparentar, porque se piensa que así nadie va a decirles nada, que así son mejores que los demás. Cuando eres de calle, terminas sin darte cuenta, lo que otros ven como "pandilleros" o "macarras", tú lo ves como la cosa más normal del mundo. Te has dado cuenta de que al final tu cuerpo, en cuanto sales de casa, va directo al parque, sin planearlo. Te has dado cuenta, de que tus amigos no son tus amigos, son tus hermanos, de que harías cualquier cosa por ellos, y sabes que ellos por ti también, te vas dando cuenta poco a poco, de que eso es lo que quieres, una familia con la que poder estar sin pensar en los problemas, que estén para animarte y para defenderte, no solo para pedirte dinero o decirte que tienen un puto móvil nuevo, que dentro de poco, aunque ella no lo sabe, un chico o una chica de calle les va a robar porque necesita dinero para comer. Que no es oro todo lo que reluce, que no todo parece tan bonito, que tú ves a alguien de calle riendo, pero se ríe porque va borracho, no porque sea feliz. Nosotros sólo somos felices cuando estamos juntos, y a veces ni eso, porque siempre está el típico payaso de turno que cree ser mejor que tú, y crea conflictos entre todos. Ser de calle no es lo que crees, ni siquiera se le parece, créeme. Sé lo que estás pensando, y no, no es así.
He intentado explicar un poco lo que es ser de calle, porque estoy cansada de que me vengan de listos intentando decirme algo que creen que no se, y, ¿sabes qué? Me comen el coño todos.
                                     SER DE CALLE ES OTRA MOVIDA CHICO

Por lo nuestro.

Sé que muchas veces te saco de quicio, que a veces puedo llegar a ser un poco pesada, o un poco inmadura, sé que a veces reacciono de forma un tanto extraña o que me enfado por cualquier bobada, sé que muchas veces no soy como esperabas, sé que no soy la más guapa, la que tiene la sonrisa más bonita, o el mejor cuerpo, sé que soy caprichosa, y a veces te desespero. Pero también sé, que como me miras a mí nunca has mirado a otra, ni llegarás a mirarle así. Sé que cuando yo no esté echarás de menos mis sonrisas, la forma que tengo de mirarte, mis cosas de niña pequeña y no tan pequeña, que echarás de menos mis besos y mis abrazos. Sé que cuando yo no esté, esas cosas que ahora no entiendes, las entenderás, que verás por qué me comporto como me comporto, y por qué te cuido como te cuido. Sé que cuando yo no esté, echarás de menos mi cariño, mis manías extrañas. Cuando yo no esté, echarás de menos el afán que tengo por que sonrías, por verte feliz día tras día, echarás de menos a esa persona que busca tus besos, con la que no te falte de nada. Sé que no soy la primera, y probablemente tampoco la última, pero, cuando no esté, me echarás tanto de menos, que cuando estés con otras pensarás en mí. Cuando yo falte, echarás de menos mi manera de quererte.

Nunca digas nunca, nunca digas siempre, siempre te arrepientes.

He perdido la ilusión por absolutamente todo. Ya no quiero escribir, no quiero salir,  no quiero cantar, no quiero ver a nadie, no quiero hablar con nadie, pero no quiero estar sola. No sé qué me pasa, pero me falta algo y no se qué es, lo peor es que hasta que no lo consiga no voy a estar bien. Voy escribiendo e intento dejar que las ideas fluyan, como antes, pero no lo consigo, ya no me salen solas las palabras, cada vez tardo más en poner cuatro frases mal puestas.

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Llega ese momento, en el que todo cambia. Dejas de ser esa niña que intenta ser mayor, dejas de irte con niñatos que intentan ser mayores. Te das cuenta de quién merece la pena y quién no, de quién va a estar contigo en las buenas y en las malas, y de quién va a estar sólo cuando le conviene. Tu familia se empieza a desesperar contigo y ya no saben que hacer. Lloras por las noches, vas a clase por las mañanas y sales por las tardes. No tienes tiempo nunca para nada pero no te importa, nada es lo suficientemente importante como para buscarle tiempo, o al menos eso crees. Tu forma de pensar da un giro radical, empiezas a aprender cosas que podrías no haber aprendido nunca, pero ya lo sabes y ya no se te va a olvidar. No siempre esto te gusta pero tú sabes que es lo que toca por ahora. Llegará el momento de asentar la cabeza, pero aún no pretendes que llegue, no intentas crecer antes de tiempo. No te arrepientes de casi nada, y no vas con la ilusión de comerte el mundo día a día, sólo piensas en la mierda de día que hace, en que hoy va a ser lo mismo que fue ayer y lo que será mañana. Pero eso no te preocupa. Sólo te preocupa tu cabeza y el cambio que has dado. Empiezas a ser esa persona que siempre quisiste ser, y estás a gusto, pero no siempre es como tú pensabas, hay cosas que son más duras de las que esperabas. En realidad te conformas con lo que tienes y no vas a pedir más. La gente te dice 'has cambiado' y tú sólo te ríes, sabes que llevan razón, que ya no eres esa niña risueña de antes, que ya no eres la nena que se ponía pulseras para llamar la atención, llevas cuatro y de milagro, que ya no te da tanto igual la ropa con la que vistes, ya no eres esa niña consentida y mimada. Ahora lo que quieres te lo tienes que ganar con méritos grandes, no sirve un poco de peloteo. Llega ese momento, en el que empiezas a ver la realidad con tus propios ojos.

El tiempo pasa y la vida pesa.

Son las cosas pequeñas, un te quiero, un te extraño.

De lo que no veas, no te creas nada. De lo que veas, sólo la mitad.

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CREES QUE SOY UNA PUTA NIÑA, QUE NO SÉ LO QUE HAGO NI LO QUE DIGO, QUE NO SOY CONSCIENTE DE LO QUE PUEDO LLEGAR A CAUSAR. ¿SABES QUE? ERES UN PAYASO. SI NO HABLO CONTIGO ES PORQUE ME MATA HABLAR CONTIGO Y NO ESTAR JUNTOS. Y NO, NO QUIERO VOLVER. NO QUIERO VOLVER PORQUE NO SERÍA CAPAZ DE CADA DÍA AMARTE MÁS Y MÁS Y NO PODER ESTAR A TU LADO, NO SERÍA CAPAZ DE NO VER ESA PUTA SONRISA QUE TE SALE CUANDO TE DIGO ALGO BONITO, DE NO PODER SENTIR UN PUTO ABRAZO TUYO NI UN TE AMO SUSURRADO AL OÍDO. NO SERÍA CAPAZ DE AGUANTAR LA PRESIÓN QUE AGUANTÉ ENTONCES. ME TERMINARÍA VOLVIENDO LOCA. ¿DE VERDAD CREES QUE TE MIENTO? ESTÁS MUY EQUIVOCADO. SI ME ABURRIESE, HABLARÍA CON ALGÚN AMIGO DEL COLEGIO, DEL BARRIO... O ME METERÍA EN EL PUTO CLEVERBOT, NO TE ABRIRÍA UN PUTO PRIVADO PARA HABLAR CONTIGO, PORQUE NO LO HAGO CON NADIE. ASÍ QUE DEJA DE HACERTE PAJAS MENTALES Y CREÉRTELAS, PORQUE SIEMPRE HE SABIDO LO QUE VALES, Y SI TE PIERDO ES PORQUE QUIERES. NO TENGO TIEMPO PARA HABLAR Y EL POCO QUE TENGO LO USO CONTIGO. A LO MEJOR NO DEBERÍA, PERO ERES DEMASIADO PARA MÍ. TE DAS POR ALUDIDO POR COSAS QUE NO VAN POR TI Y ENCIMA TE ENCABEZONAS DICIENDO QUE SÍ Y QUE SÍ. TE CREES QUE LAS COSAS QUE TE DIJE SE LAS DIGO A OTROS PERO NO ES ASÍ. A LO MEJOR DA ESA IMPRESIÓN, PERO NO TIENES NI PUTA IDEA DE LO QUE ERES PARA MÍ. PENSÉ QUE TENDRÍAS MÁS CABEZA. Y SI ME CONOCIESES TANTO COMO DICES, SABRÍAS QUE TODO LO QUE PIENSAS NO ES ASÍ. Pero oye, todo lo que tu digas va a misa :) ¿estás contento? He dicho más de lo que debía. Ahora, si tienes cojones, vuelves a decirme que miento, que eres mi pasado y ya, o que sólo te hablo por aburrimiento machote;)

Un poquito sobre mí.

Soy una niña consentida, caprichosa, y bastante inmadura. Me gusta mucho la fiesta y no es fácil que esté quieta. No me gusta sentirme atada a nadie, pero tampoco sentirme sola. Me gusta el silencio, me agobio con facilidad. Amo las chucherías y la música. Me encanta cantar, pero no me pidas que te cante, no lo voy a hacer. Cada cierto tiempo necesito evadirme de todo e irme lejos de esta jaula. No me gusta la rutina, pero tampoco me apetece nunca hacer nada. Me canso muy rápido de todo y luego me arrepiento, es como cuando un niño pequeño tiene un juguete, no lo usa, y cuando se lo quitan lo quiere. No puedo estar sola, pero no me gusta la gente. He cambiado mucho en poco tiempo. Ya no llevo casi pulseras, no llevo anillos y muy pocas veces me pinto las uñas. Ahora me ves con una sonrisa, pero es falsa. Ya no sonrío de la misma forma que antes, y no creo que vuelva a hacerlo. Es muy difícil entenderme, soy bastante rara. No me gusta empezar a hablar pero tampoco que me empiecen a hablar. Desde hace poco creo en el destino. La vida me ha hecho cambiar más de 3 veces y todas a peor. No se estar con una persona, siempre termino haciéndole daño, aunque no quiera. Soy bastante cabezota y muy borde. Me encanta llevar la contraria. Soy muy competitiva y no sé perder, tampoco quiero aprender. No me gusta ni pedir ayuda ni que me la den.

Tengo muchos más defectos, pero... ¿Sabes? Puedo hacerte feliz como nadie, quererte como nunca antes alguien te había querido, hacerte sentir la persona más importante del mundo, hacer que cada día te levantes con una sonrisa y tengas más ilusión que un niño pequeño. Si aprendes a conocerme y a tratarme, y sobre todo si consigues que confíe en ti, sabrás el por qué de todos mis actos y cada una de mis palabras. Hasta ahora nadie sabe todo sobre mí, espero que ese alguien llegue algún día. Espero que algún día todo esté bien.