22

Pasa que llega un día en que una persona cambia tu vida por completo, ves que se llena de felicidad, que ya nada es como antes y que, esa persona, es lo mejor que te ha podido pasar.

Siempre me acuerdo de aquel día en que empezó todo; 22 de Enero. Yo no elegí ni el día, ni el mes, ni tampoco lo elegí a él, no he elegido tampoco los cabreos, ni desear besarle cada segundo desde aquel entonces. No he elegido necesitar sus abrazos, ni echar de menos sus locuras. No he elegido sentirme la chica más afortunada del Universo simplemente porque él exista, ni tampoco ser la envidia de muchas chicas que sueñan con encontrar a alguien como él, vivir algo como esto, pero estoy segura de que si pudiera elegir le elegiría a él.

A menudo me pregunto por qué te amo tanto y ahora que lo pienso... Te amo por cómo me has echo sentir estando contigo, porque sólo tu haces que unas palabras me llenen tanto. Porque a tu lado he pasado los mejores  momentos de mi vida, contigo siento que lo tengo todo y sin ti no podría vivir. Te amo por haberme echo sentir cosas que ni siquiera sabía que existían. Porque sinceramente, no me imagino a nadie más a mi lado. Te amo porque desde que te conocí, soy la persona más afortunada del mundo, porque intentas por todos los medios hacerme feliz y se que si pudieras, me regalarías la Luna.


Gracias a ti he descubierto lo que es el amor, y sé que existe, porque sólo tú me has ayudado a vivirlo.


Te amo porque, simplemente, mi corazón ha elegido el amarte a ti. Te amo, te amo como nunca he amado a nadie.

A veces la mejor respuesta, es el silencio.

Espera, espera, calla. Escucha, ¿lo estás oyendo? Son los susurros del viento, desvelando sus mayores secretos. Presta mucha atención y oirás todo lo que te pueden llegar a desvelar. No te sonrojes, solo te dicen que te amo, ¿no te lo había dicho ya? Sigue atento, ¿ahora que oyes? Sí, son los latidos de un corazón, un corazón que grita tu nombre, el mío. Presta atención, aún hay más...
                               

 -NO DEJES DE ESCUCHAR AL SILENCIO-

A veces es mejor callar y dejar que el silencio te susurre al oído en vez de preguntar cosas estúpidas y sin sentido a personas que no saben ni quieren saber nada de ti.
Calla, cierra los ojos y escucha al silencio, en él hallaras las respuestas a esas preguntas que nadie supo responder, escucha a tu corazón.

Voy de tranqui, no quiero cansarte.

9 de noviembre, y sigo adelante, quiero ofrecerte mi apoyo más grande, voy a ayudarte el día que algo te falte, el tiempo pasa , aunque no quiero que pase, la vida pesa y es razón para cansarse.

Frase tras frase busco un lugar para escapar de todo, el amor no ocupa espacio, abrazos para los de siempre, voy a mi bola y con muchas cosas que compartir,.
Hoy las monas ya no se visten de seda, prefieren darle al tema y dejar a los demás problemas durmiendo en la cama.
Mira el tiempo te oxida y ya casi nadie te recuerda, ¿y qué vas a hacer? Busco felicidad, perdidos ya casi muertos volveremos a estar vivos.

Smiiiiiiiiiiiile:D

He estado pensado... En todo lo que me pasa y en todo lo que le pasa a la gente, he intentado averiguar qué piensan las personas que van solas por la calle, los chicos que van sentados con sus cascos en el bus y con una sonrisa en la cara... A veces me daba por intentar imitarles, imitar esa sonrisa que tenían, pero no era la misma, no era fácil seguir día tras día con esa sonrisa, y poco a poco se fue borrando. Un día me senté al lado de uno de esos chicos e intenté escuchar sus canciones. Lo poco que escuché era bastante triste, pero él seguía con su sonrisa; no pude contener más mi curiosidad, y le pregunté.
- ¿Cómo lo haces?
+¿Cómo hago qué?
-Estas escuchando canciones tristes... Y aún así sonríes.
El chico sonrió y me miró con dulzura.
+Pues verás, es simple... Simplemente tienes que sonreír, pase lo que pase, ¿a ti nunca te han enseñado eso de que si la vida no te sonríe, la tienes que sonreír tú?
-Eh... No.
+Pues ya lo sabes, es más fácil sonreír aunque por dentro estés triste, que estar llorando por los rincones, además, es más bonito hablar con una persona con una sonrisa en la cara, que llorando.