Me gustas más rota que cuando te arreglas.

Me gustas más rota que cuando te arreglas.

martes, 2 de febrero de 2016

Y si te dicen que no puedes, ignóralos, eres más fuerte que todos esos mierdas.

   Llega un momento en el que todo te sobrepasa, ya todo te pesa y todo te desmotiva.
A veces, hay que sacar esas fuerzas que ni tu yo más interior sabe que tienes, para poder tirar con todo. Esas fuerzas que cuando tú dices "a la mierda, no puedo más", ellas dicen "échame más, que no me hundo". Esas fuerzas sólo salen en el peor de los momentos, cuando casi tocas el suelo con la frente. Y esas fuerzas en mí, por desgracia, han tenido que hacerse notar ahora. Cuando siento que no puedo con todo, que todo pesa, que todo pasa, que no puedo permitirme ni un fallo pero no dejo de cometerlos ante los ojos de los demás, cuando siento que todo se desmorona en mi interior y todos siguen con sus vidas cómodas (cabe recalcar que sus vidas tan cómodas dependen de mí y de mis esfuerzos), cuando no tengo tiempo para mí ni para mis pensamientos, cuando siento que mi única responsabilidad es complacer a todo el mundo (porque si no lo hago hay consecuencias), que tengo que hacer todo exactamente como los demás quieren, aunque eso suponga demasiados esfuerzos para mí, ellas salen y dicen algo como "¿que no está bien limpio? Espera, que limpio más", "¿que tengo que hacer que el día tenga una hora más para que me de tiempo a todo? Pues voy a hacer que tenga tres, así voy con calma", "¿Qué quieres Marian, explotar y liarla? No, aguanta, sobrepasa, demuestra y cállales la boca a todos." y un largo etc. que hace que siga adelante a pesar de todo.
La verdad es que no tengo muy claro de dónde salen esas fuerzas, pero tengo la extraña sensación de que algún día se terminarán... ¿Y entonces qué? ¿Qué va a pasar? No lo sé, y sinceramente no me gustaría averiguarlo... Pero intuyo que lo sabré dentro de muy poquito. De momento, esas fuerzas están aguantando idas y venidas constantes, están demostrándole a la gente que puedo con lo que me echen, que no me rindo, que soy más fuerte que nadie. Y me alegra que esas fuerzas estén ahí. Aunque pronto las echaré de menos. Y las cosas cambiarán. Y quizás no para bien.

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