Me gustas más rota que cuando te arreglas.

Me gustas más rota que cuando te arreglas.

viernes, 28 de noviembre de 2014

No es "pienso, luego existo." Es pienso, luego lloro y sólo sufro.

   Y de repente, zas. Toda tu vida cambia, todo tu mundo se desvanece y te encuentras sola ante algo totalmente distinto. ¿Cómo reaccionas? No sabes qué hacer, ni qué decir, no sabes si quiera cómo te encuentras. Te empiezan a faltar cosas totalmente indispensables en tu vida, y te van faltando cada vez más, y esas faltas cada vez perduran más y más... Y te agobias, y cada vez tienes más responsabilidades, y tu cabeza ya no da para más, pero aún así te fuerzas, te fuerzas a seguir, a sonreír, a disimular... Te limitas a cambiar de tema constantemente pero de una forma disimulada, y si tienes que hablar sobre ello intentas hacerlo con una sonrisa en la cara o mirando al suelo.

Mi mirada perdida, mis ojeras ocupándome media cara, mi sonrisa falsa, mi cuerpo cada vez más delgado, mi personalidad más susceptible, más evasiva... ¿Sigo siendo yo? He perdido muchas cosas. Muchas cosas importantes y no materiales como un libro, o unas llaves. He perdido muchas personas. Muchas personas que eran las que hacían que mi vida fuese estable, que yo pudiese soportar presiones y que confiaban en mí. Ahora esas personas no están. Quedan otras, sí, pero no es igual, las personas que quedan no me conocen, no saben cómo me siento en cada momento y se creen hasta el último "estoy bien" que sale de mi boca en un suspiro. No saben si miento, si digo la verdad, no saben si sonrío de verdad o es una sonrisa fingida. No saben cómo me comporto en cada momento, ni cómo soy realmente, por tanto no saben cómo tratarme. Por otro lado, yo tampoco quiero que me traten. Las únicas personas que me han conocido realmente ya no están a mi lado y ya todo lo demás no me importa. Por razones x todo ha cambiado. Y los cambios tan bruscos me agobian, me estresan y hacen que caiga en un vacío emocional constante. O quizás no, quizás lo único que siento es pena; pena por mí, no por ellos. Pena en general, pena por las pérdidas, por la situación. Yo intento seguir mi vida y seguir como antes, siendo yo, con mis más, mis menos, pero siendo yo. El problema es que ellos eran mi vida. Y ya sólo tengo menos. Y ya no soy yo. Por culpa de la puta vida estoy sacándome un máster en teatro, y de momento llevo matrícula de honor. La última persona que se fue me dijo que no me metiese en líos, la anterior que me cuidase, y la anterior ni siquiera pudo despedirse. Y yo quería visitar Venecia, y ahora Venecia en mis ojos y en mi habitación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario